¡Estás estupenda! ¡Estás divina! No sé lo que haces ni cómo lo haces, pero… ¡estás estupenda! Permíteme que insista. Parece que te has bebido frascos de elixir de la eterna juventud o algún remedio capaz de prevenir los diferentes signos visibles de la edad. Pareces maga. Bien que puedes fardar de cuerpo y de cara.

¡Qué gozada tiene que ser levantarse cada mañana y verse así de estupenda! Tan vital, tan atractiva, tan saludable, tan… Seguramente no te hace falta nadie que te lo diga, ¿o sí? Yo, por si acaso, te hago este original y dulce regalo que, al igual que tú, también está estupendo. El interior contiene deliciosos caramelos blandos, de sabores frutales, y sin azúcar, para que sigas así de estupenda.