Soy un hombre dulce, sexy e irresistible. No se puede ser más guapo, y eso que apenas me cuido. Pero es que me miro al espejo… No tengo la culpa de tener un aspecto arrollador, atrayente, irreprimible. ¡Llamo la atención a primera vista! No quiero ser presuntuoso pero tengo una cara más que bonita, y un cuerpo de impresión, unos ojos con una mirada expresiva, brazos fuertes, piernas proporcionadas, labios que comunican, abdomen de tentación, un trasero que dan ganas de pellizcar y una sonrisa que derrite a cualquiera. Ah… y huelo rico.

Estoy acostumbrado a que me miren por la calle, y cuando voy por la playa y me pongo en bañador… ya ni os cuento. ¡Qué le voy a hacer! Soy guapo, estoy en forma y a la vista está. Y cada vez que puedo me doy un “homenaje” culinario de picoteo a base de gominolas con forma de mini frutas tropicales.

El mejor regalo que puedes hacer a cualquier persona es la felicidad y el buen humor. Pero, ¿cómo se regala esto? La fórmula se encuentra en cada uno de estos simpatiquísimos envases con forma de frasco de “medicamentos” a base de deliciosas gominolas, caramelos y otros “comprimidos”, de sabores tradicionales, para que disfrutes de una dulce terapia sin necesidad de prescripción médica ni tasa de copago.

Cada bote está etiquetado con una preciosa y colorida etiqueta con mensajes que expresan y transmiten emociones, positividad y, sobre todo… que logran sacar una sonrisa a cualquiera. No hay mejor medicina para la mente y el corazón. Los hacen irresistibles de recetar… y de comer. ¿Quieres sorprender a alguien especial? ¿A tu pareja? ¿A un familiar? ¿A un amigo o amiga? Aquí tienes un detalle como regalo, con eficacia probada en efecto sorpresa.

Además, hemos cuidado su presentación con todo el mimo del mundo para que la persona obsequiada quede fascinada y agradecida.